jueves, 24 de enero de 2019

El desierto no tan florido

Grises hablaban dos cactus
Asoleándose un poco torcidos
Firmes sobre la ladera
De un monte casi florido.

Lo demás eran puras piedras
Y restos de animalillos
Que partían en sus tallos
Y se extendían al infinito.

¡Hay que es injusta la vida!
-Dijo el más jovencito
¿Por qué todo el crédito llevan
Las flores y sus pistílos?

Bueno si son llamativas
-contestó el más resufrido
La Gente no busca paseo
Si no hay algo bien bonito.

Sí sé que somos bien hoscos
Pinchudos y descoloridos
¡Pero, Tata, llevamos
Acá parados más de un siglo!

Aguántate otros cien años
Y más de un desierto florido
Vas a ver que las fotos,
Se las llevan Añañucas y Suspiros.

No entiendo viejo, no entiendo
Pero es como si no existimos
¿O acaso será que pal hombre
No somos bastante bonitos?

No importa chiquillo, no importa
Mejor sigue atrapando, con tus brazos el rocío
Ya llegará un pajarito
A anidar bien agradecido.

Verás que tenemos espinas
No para hacernos los lindos
Y que en vez de eso aguantamos
En el desierto calores y fríos.

Así, cuando pasen las flores
Y quede todo baldío
Nosotros seguiremos firmes
Dando sombra y abrigo.





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