domingo, 21 de febrero de 2010

Extranjero

Me gusta caminar. Tal vez, podría ser un montaraz, en una acepción bastante específica. Me gusta caminar, me gusta observar. La vista es el sentido que mejor he desarrollado. O el que mejor se concibió naturalmente. Narices siempre algo tapadas, oído no musicalmente privilegiado, disfruto comidas sencillas, Las manos torpes y duras. Me gusta caminar y analizar. A veces, sólo deambular. Me gustan las ciudades, algo tienen todas en común. Me gusta mi ciudad y ser un peatón, obligado a tener que estar un poco más atento a lo que está tras las fronteras de las calles, de las autopistas, a lo que se eleva encima de las cabezas. Circular. Transeúnte. Siempre hay algo interesante más allá de lo evidente. Basta tener una mirada atenta, estar abierto a lo que la ciudad ofrece en sus pasajes, en sus murallas elevadas, en los cruces de sus calles, entre el gentío. Estoy atento a las caras, intento, a pesar de lo imposible, no perder detalle. Nunca va a ser suficiente, siempre escapará algo a mi mirada. Me gusta. Cada viaje puede convertirse en algo nuevo, en algo diferente, basta querer descubrir lo que no pudimos encontrar antes. Es como un juego. Observar, pensar, encontrar, reformular, retener, recrear. Cada lugar puede convertirse en otro. Puede ser más tarde o más temprano, puede ser invierno o primavera, al día siguiente o años lejanos. El paisaje es mutable y los detalles infinitos. En la rígida ciudad, cruzada de rectas y diagonales, llena de solidez y geometría, masas y estructuras, rígida y vibrante, aun así, manifestación por excelencia de humanidad, gregaria, ambigua. Efervescente. Si alguien cree que es aburrida y plana es porque no tiene los ojos bien abiertos. Nunca se detiene. Soy un turista en mi propia ciudad, cada caminata pude ser un viaje interesante, una fuente, un instante de aprendizaje. A veces miro solo para abajo. Esos viajes son perdidos, rutas falsas hasta llegar a destino, ajeno, absorbido por las baldosas y el concreto. Mejor es mirar al frente o hacia arriba, mejor aún, desde arriba, en perspectiva. Pausado y seguro, atento. Así, me gusta caminar.

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